Ambas cosas son indispensables en el equipaje de todos los viajeros, aunque el deseo sea no tener que usarlos!
Poder contar con asistencia en lengua nativa, saber cómo debe pedirse y qué hacer ante un imprevisto, dan protección física y emocional al viajero, más aún si está acompañado por niños. El botiquín y la asistencia al viajero son complementarios y necesarios.
Dependiendo del destino, el botiquín contará con más o menos elementos. Siempre deberá tener medicinas básicas, como analgésicos, antiácidos, remedios crónicos, y elementos para emergencias comunes como malestares gastrointestinales, heridas leves. Inclusive, ciertos antibióticos.
Ante problemas más serios, la asistencia al viajero dará soluciones, colocando toda su estructura a servicio del viajero. Dependiendo de la cobertura, también podrá resolver problemas como pérdida de equipaje o robo.
Hay que tener en cuenta que el valor de una asistencia al viajero jamás será mayor que el costo mínimo que debiera pagarse para determinados imprevistos cuando no se posee cobertura.
Serían así las escuaciones:
Para países desarrollados: botiquín mínimo, porque es fácil el acceso a los servicios de asistencia y la cobertura es amplia.
Para países menos desarrollados: botiquín de mayor complejidad con asistencia al viajero indispensable para situaciones complejas.
Aspectos para tener en cuenta:
1. Tener receta médica, si es posible en el idioma del país de destino, de los remedios que se transportan, evitando problemas en los controles de aduana.
2. Saber cómo contactar la asistencia al viajero, a dónde llamar, y que todos los viajeros conozcan dónde están los datos, etc.
Un aporte de Eduardo Giusiano / FAMILIA VIAJERA